Wladimir I. Morales Cubillos | Memorias de exilio

Wladimir I. Morales Cubillos | Bulgaria



¿CÓMO FUE SU SALIDA DE CHILE?

No alcanzaran los 9000 caracteres para sintetizar todo lo que siento, sentí y seguiré sintiendo sobre mi exilio. Tampoco puedo colocar todo bajo un tema especifico yo quiero hablar de mi vida a 13.000 kilómetros de distancia durante 15 años!!! Salí de Chile a los 6 años el 20 de Febrero de 1974, con rumbo Bulgaria, para un niño de mi edad era una aventura pero igual me daba cuenta por el trato que tenían conmigo, mi hermanita y mi madre que éramos casi echados del país, salimos en un avión que por vez primera lo experimentábamos los tres, mi madre Gladys una mujer de 34 años de religión evangélica, una abnegada dueña de casa sin pensamiento político de principios pero que también dio su apoyo a la candidatura y posterior gobierno de Allende, mi hermanita Tatiana de 2 años recién cumplidos que estaba segura que íbamos a la casa de la Tía Inés (una vecina tan querida que le decíamos tía sin tener parentesco sanguíneo) salimos hacia nuestra primera escala en Sao Paulo, allí nos piden que debemos salir del avión para la mantención, nosotros que nunca habíamos salido no quisimos bajarnos del avión y nos quedamos en la escalera del mismo esperando el reabastecimiento, despegamos y nueva escala en DAKAR Senegal, en esa época los aviones aun no eran lo sofisticado que son y no podían recorrer largas distancias, llegamos a África y allí también quisimos quedarnos en la escalera pero no nos dejaron y tuvimos que caminar hacia una aula grande que era toda la infraestructura de ese aeropuerto entonces, el impacto de ver por primera vez gente de color, fue a mis ojos de niño casi traumante.

Despegamos nuevamente y esta vez arribamos a Zúrich un país sede de muchos organismos internacionales, allí recuerdo que al bajar del avión habían dos personas de ACNUR quienes nos acompañan hacen una serie de trámites y nos embarcan en Avión hacia Viena – Austria, arribando allá también existe el personal que nos recibe y nos explica que para llegar a nuestro lugar definitivo o donde se encontraba mi padre debíamos pasar la noche en un Hotel en el país de Mozart, esa noche la recuerdo con miedo, me acuerdo que a media noche mi madre no tenia leche y bajamos al vestíbulo para pedirla, mi heroica madre sin hablar ni siquiera una palabra de ningún idioma, gritaba y exclamaba que quería Leche, leche, leche, no sé si nos entendieron, pero en ese momento no nos entregaron nada y unas dos horas después golpearon en la puerta y mi madre por miedo nos abrazo y no abrió la puerta, finalmente entre dormir y desvelarme por las ganas de tomar leche, vienen dos personas a buscarnos para subirnos al Avión nuevamente con destino final SOFIA Bulgaria, el lugar en donde estaba esperándonos, un comunista de esos antiguos, honesto, limpio, bueno y que era también mi papa Juan Morales Álvarez.

Me acuerdo de ese vuelo cuando aterrizo a una ciudad llena de nieve, con 0 grados y con mi padre en la losa del aeropuerto esperándonos con un automóvil.  Qué alegría sentí, que ganas de abrazar a mi papipo (como le decía) como que se me olvido todo lo de Chile, el allanamiento, las salidas clandestinas de mi papa conmigo en brazos, la vez que los milicos hacían allanamientos en la casa de mi abuela, ahora yo ya estaba con él y con el éramos la familia que habíamos construido y estábamos todos, completos, sanos y salvos. Así comienza mi exilio de 15 años un exilio completa y absolutamente dorado, donde nunca tuve ninguna preocupación de índole económica, de seguridad, de falta de algo, porque siempre me lo dieron todo. Fui inmensamente feliz, tuve todas las oportunidades de ser yo, de vivir, de estudiar, de viajar, de no preocuparme de nada, pase por todas las etapas de un niño, jardín, colegio, liceo, todos los talleres extra programáticos, casi todos los deportes existentes en las olimpiadas fueron practicados y entrenados, sin ni siquiera para un centavo, además de toda la emoción que nos llegaba en fechas importantes como los cumpleaños, años nuevo, aniversarios, porque allí si la llorábamos en pleno, en recuerdo de los mártires de la familia, en recuerdo de nuestros familiares que casi no sabíamos nunca nada, en recuerdo de nuestra casa, nuestros vecinos etc. Eran momentos de extrema emoción y siempre con el mismo final “PROXIMO AÑO EN CHILE” y así pasaron 15 años.

Hoy solo tengo agradecimientos inmensos de todo corazón y alma a todos aquellos que me entregaron cariño, amor, enseñanza y lo más importante me dieron los principios para ser una persona completa. A aquellos profesores, madres de compañeros de colegio, pololas, amigos todos me dieron un pedazo de lo que soy hoy, no podría agradecerles ni con lo que me resta de vida, porque me dieron mucho más. Mi Sofía (capital de Bulgaria) amada es parte de mi vida para siempre, mi idioma búlgaro cirílico es parte de mi lengua materna por siempre, sin embargo a pesar de haber llegado de 6 años, de haber experimentado todo por primera vez en mi vida allá, a pesar de haberme hecho sentir búlgaro siempre por todos, yo nunca lo fui, ahora una vez terminado el exilio supe que tampoco era Chileno, por ello el gran problema sentimental que llevamos nosotros hijos de exiliados es la pertenencia, alguien dijo por ahí que somos hijos del mundo y creo que es la perfecta denominación de nuestros seres.

El Exilio mío fue feliz pero me quito el sentido de pertenencia, creo que eso además de mis abuelos es lo que me quito el exilio, la dictadura, el fascismo. No tengo odio ni sed de venganza hoy después de vivir en Chile por más de 25 años tengo muy buenos amigos de derecha y son amigos y los tolero y los entiendo, pero a su vez entiendo a las personas que no pueden perdonar como mis primos los cuales fueron vetados por los militares de poder vivir con su padre Jose Morales Alvarez uno de los 11 ferroviarios fusilados en Cerro Chena en 1973. Ese hermano de mi padre, también es parte de mi exilio, nosotros allá por cariño y recuerdo íbamos todos los 6 de Octubre a dejar rosas en la tumba del soldado desconocido en honor a mi tío, me acuerdo incluso haber ido solo alguna vez cuando mi padre no se encontraba con nosotros y eran momentos tristes y amargos pero que me enseñaron a ser lo que siento hoy, por lo que vivo hoy, lo que amo hoy.

Mi exilio en realidad comenzó el día de nuestro retorno en familia, allí si yo sentí pena, angustia no sabía quién era, para donde iba, que hacía, aquí no tenia historia, no tenía amigos, no tenía nada salvo siempre mi familia, mi madre Gladys Cubillos hermosa, siempre luchadora, protectora, genial y amorosa, mi padre comunista siempre un idealista, protector, orador innato, honesto, amoroso y mi hermanita que se convirtió en compañera, amiga, confidente, en mi otro yo, en yo mismo, sin ellos no hubiera logrado que mi vuelta haya sido definitiva, con ellos salí en Febrero del 74 y con ellos volví “hermoso y tierno” (como dice Inti Illimani) en 1989, gracias Familia, Gracias Bulgaria, Gracias ONU, ACNUR, PIDEE que me dieron mucho a mi vuelta y con ellos he aprendido a querer a pesar de todo a mi otro País CHILE.

Gracias también a las familias de chilenos que vivimos allá que hoy son también mi familia, para terminar y como lo indique existe una poesía que expresa mi sentimiento, mi alegría, mi pena y mi vida en Bulgaria, país de más de 1300 años de historia, que también es mi patria, al igual que Chile!!!

DOS PATRIAS
DOS PATRIAS LLEVO CONMIGO
LAS DOS EN EL CORAZÓN
UNA HABLA CUANDO YO RÍO
LA OTRA CUANDO LLORO YO

CHILE ME DIO LA VIDA
SUS TEMPESTADES LA VOZ
EL CIELO AZUL LAS ESTRELLAS
EL PUEBLO EL MÁRTIR, DOLOR

BULGARIA ME DIO AMOR DE PATRIA
UN MUNDO NUEVO Y MEJOR
LO QUE NO TENIA
LO QUE HASTA DIOS ME NEGÓ

LO QUE MI MADRE EN LA CUNA
ME PROMETÍA EN CANCIÓN
ME LO DIO ESTA PATRIA GRANDE
LA QUE EN MARZO RENACIÓ

DIVIDIDO DE PENA Y DOLOR
DE UNO ME PARTÍ EN DOS
LA MITAD QUEDO ALLÁ EN SANTIAGO
LA OTRA A SOFÍA LLEGO

DOS PATRIAS LLEVO CONMIGO
LAS DOS EN EL CORAZÓN
UNA HABLA CUANDO YO RÍO
LA OTRA CUANDO LLORO YO.

(ESCRITO EN 1982)

COMPARTIR ESTE TESTIMONIO EN