Oscar Ramón Cariaga | Memorias de exilio

Oscar Ramón Cariaga | Suiza



¿CUÁLES SON LAS PRIMERAS IMPRESIONES DE SU LLEGADA AL NUEVO PAÍS?

Bueno, la  salida de Chile (22.02.74) estaba en programa solo hasta Buenos Aires, así nos habían propuesto y así estaba escrito en los documentos y los pasajes de avión. La verdad la supimos a través del responsable de la organización Suiza, que nos acompañó en el viaje (nos dio los otros pasajes de Buenos Aires a Suiza) él nos contó que otros chilenos, apenas llegaron a Suiza, los devolvían a Santiago con otro avión y no se sabía mas de ellos.

Entre los compañeros del viaje, todos mudos, ninguno que se la sentía para conversar (aparte dos que ya nos conocíamos) pues todos teníamos miedo que en el grupo estuviera un infiltrado de Pinochet.

La llegada a Suiza fue como en un film, nos esperaban los representantes de las iglesias, muchos parlamentarios de centro y de izquierda con el Senador Jean Ziegler de los primeros. Además estaban presentes los responsables de la ONU, de las organizaciones de los derechos humanos y Amnestia Internacional. Toda la prensa, Radio y Televisión de Suiza y una cantidad de policías de aduana. Todos esperaban nuestra llegada, porqué el pueblo Suizo estaba cansado de que la policía federal Suiza, había ya mandado de vuelta a los chilenos que pidieron el asilo político, entonces los Suizos habían tenido en esos días,  una gran movilización de masa, sindicatos y de todos los partidos políticos a nivel nacional,  en favor de los refugiados chilenos.

Nos tuvieron  en el aeropuerto, mas de 6 horas en interrogatorio con la policía internacional y finalmente, nos aceptaron como refugiados políticos. De ese momento empezaron a entrar los chilenos y pudieron pedir el refugio.

Nosotros fuimos enviados en la Suiza Italiana (el país está dividido en

4 grandes regiones, por los 4 idiomas nacionales: Alemán, Francés, Italiano y Romance) precisamente a Lugano, donde nos recibieron con los brazos abiertos, se preocuparon que no nos faltara nada y nos enseñaron rápidamente el idioma.

Nieve, nieve y tanta nieve. Llegamos en pleno invierno a Suiza  y lo que más me impresionó fue la cantidad de nieve. De todos modos es  hermoso el espectáculo, todo  blanco, pero después de una semana que no te puedes mover, por la dificultad de caminar con un metro de nieve de altura, desafío a cualquier persona a soportar esa situación: mi consuelo  fue imaginar,  el blanco de la nieve con estar vivo y la libertad. NO EXISTE ALGO MAS GRANDE!

Otra dificultad fue, que no pudimos nunca hablar por teléfono con alguno de la familia, eso estaba prohibido por motivos de seguridad (entre Marzo, Abril y Mayo 1974, se descubrieron varias personas del servicio de inteligencia militar de Pinochet en Suiza) nos podíamos comunicar solo por cartas (muchas llegaron abiertas a nuestra familia en Chile, tantas se perdieron) lo importante, que a través de la vicaría de la solidaridad en Santiago, nuestra familia tuvo información de que estábamos bien.

Al segundo mes en Suiza, encontré un trabajo en mi profesión, cromista de color Ofsett en la empresa «Fotomética Agno S.A.», donde además de un buen sueldo, me encontraron un buen apartamento amoblado en arriendo y en un mes pude mandar los pasajes y traer mi familia.

Mi vida recomenzó nuevamente!

A final del 1974, viene publicada una Ley en Suiza, que los refugiados que habían tenido estudios superiores en su país,  se les ofrecía una bolsa de estudios para completar una profesión. Entre varios chilenos, me inscribí y fui reconocido a entrar a la Escuela de Periodismo de Milán (Italia) con una validez en la Suiza Italiana (en esos años la universidad Suiza estaba solamente en las  regiones alemana o francesa) Una vez terminado con la escuela y recibido el diploma de periodista, empecé  con mi trabajo en la Radio-Televisión de la Suiza Italiana y en la Radio Suiza Internacional en idioma español (Onda Corta para todo el

Mundo) siempre en el sector información y cultura de la América Latina.

Cientos de programas sobre Chile y América Latina, realizamos en esos años contra las dictaduras en el cono sur; muchos fueron los músicos y grupos musicales que llevamos a la Radio- TV Suiza (Inti-Illimani, Illapu, Los Parra, Charo Cofre y Hugo Arévalo, entre tantos otros) en esos años de solidaridad, nunca tuvimos descanso.

Lo mismo ocurrió desde el primer día con los chilenos, nos organizamos desde los primeros días ayudando en todo a los que continuaban a llegar (pensar que los primeros llegamos solos y mas pasaban los meses, los chilenos traían consigo toda la familia)  el problema era encontrar para ellos un apartamento, un trabajo y poder mantener por meses, toda una familia.

Con mucho sacrificio y tanta paciencia (porque el chileno, como raza, no es para nada fácil) logramos organizar la comunidad (mas o menos 2500 personas en esta región) llegando a organizar dos colonias de invierno (TODA UNA SEMANA EN MONTAÑA PARA TODA LA FAMILIA Y GRATIS) con cosas prácticas y actividades para cada uno: cada persona adulta tenía un trabajo, el que podía enseñar algo, lo hacía; cocinar; limpiar; manejar; quién podía entretener; quién cantaba; quién recitaba; ninguna persona quedó sin trabajo.

Nuestra comunidad llegó a formar un Club Deportivo, se llamó «Los Copihues» y  pudimos por años, participar en el campeonato de los barrios y organizar nuestros torneos y naturalmente en Septiembre las «ramadas dieciochenas», con empanadas, tintito y tantas cuecas.

Por razones prácticas para la familia, cuando me ofrecieron la posibilidad de pedir la ciudadanía suiza, acepté y en los años 90 obtuvimos la ciudadanía, al poco tiempo fui elegido Concejal Comunal y me mantuve por varios años.

En el sector de deportes, entré a la escuela de árbitros de fútbol, con tal suerte, que llevo 25 años (ya condecorado varias veces y aún sigo de arbitro activo) y llevo 3 años de instructor para los jóvenes árbitros del campeonato Suizo.

Naturalmente, que al inicio de salir de Chile, tenía una idea de volver lo antes posible y  mas pasaban los años, más se me alargaba el tiempo de la vuelta. Pero no era culpa mía, era que mas pasaba el tiempo y mas la dictadura formaba raíces en el gobierno.

Por otra parte, mas pasaban los años y mas mis familiares querían salir de Chile, en total ayudé en todo sentido (pasajes, alojamientos y

comidas)  a otros 3 hermanos (todos se casaron, construyeron familia e hicieron raíces en Suiza) otros 2 sobrinos en Suecia y 1 sobrino en USA (todos construyeron familia y no vuelven a Chile) Mis 2 hijos han estado en Chile solo de visita y han construido familias en Suiza, están tan bien, que piensan a Chile solamente para viajes de turismo.

Me parece que solamente soy yo, que mantengo siempre la idea de volver a vivir en Chile,  naturalmente para cuando llegue la hora de la Pensión o Jubilación, pues cuando hablo con los otros «compañeros exiliados de mi época», me dicen: tai ma’ güevón!!!

Con un gran abrazo, Oscar

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