Colomba Orrego Sanchez | Memorias de exilio

Colomba Orrego Sanchez | Mexico



¿CUÁLES SON LAS PRIMERAS IMPRESIONES DE TU LLEGADA AL NUEVO PAÍS?

Llegamos a Ciudad de México después de una infructuosa parada de aproximadamente seis meses en Colombia, donde mi papá no logró conseguir trabajo. En Ciudad de México vivía la hermana de mi padre y llegamos alojarnos con ellos hasta que le consiguieron una plaza como profesor de historia en la Universidad de Guadalajara. Mis primeras impresiones de Guadalajara, a pesar de mis 6 años, es que la gente era muy amable, de hecho llegamos a vivir a la casa de un profesor, que nos dió alojamiento porque le agradó mi papá. Así también después los ayudó a conseguir casa y fue su aval. Otros amigos mexicanos le indicaron a mis papás qué escuela era la que nos quedaba mejor por el barrio, entramos  la publica Urbana no. 7 que quedaba a siete  u ocho cuadras de la casa. Con los compañeros de curso tanto de la primaria, como después secundaria y la prepa, nunca tuvimos problemas de integración, al contrario hicimos amistad rápidamente, teníamos el plus de hablar la misma lengua, a lo más con más modismos o palabras distintas que otros, pero nada más. También hicimos amistad con los vecinos del barrio, con las señoritas Arceluz que eran tres hermanas, viejitas y solteronas que tenían una perrita o el señor Romero que cultivaba flores y frutillas en su antejardin. Y el grupo social con el que nos relacionamos durante los 12 años que vivimos allá, fueron mayoritariamente los colegas profesores, directores, estudiantes de la universidad de mi papá y sus hijos o familiares. De hecho los mejores amigos que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas, al menos de la mía, son de Guadalajara, con quienes por suerte todavía mantengo un vinculo estrecho y de tanto en tanto, voy a visitarlos.

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